Fuerza que mató a Bin Laden podría operar
en América Latina
William Márquez
BBC Mundo, Washington
Jueves, 16 de febrero de 2012
El jefe del Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos
(USSOCOM, por sus siglas en inglés), cuyas fuerzas élites fueron las que
rastrearon y mataron a Osama bin Laden en Pakistán, lanzó una propuesta para
tener mayor libertad de desplazamiento de las fuerzas especiales (SOF, por sus
siglas en inglés) y realizar operativos en todo el mundo.
Tal
autoridad dotaría a las SOF de mayor agilidad, rapidez y flexibilidad para
expandir sus operativos a regiones como África, Asia y América Latina -donde
sus actividades han sido limitadas- sin tener que pasar por las vías normales
de aprobación que exige el Pentágono.
La
propuesta encaja con la nueva visión de Defensa de EE.UU., a medida que reduce
el número de fuerzas armadas en el terreno a cambio de pequeñas unidades con la
habilidad de operar en una amplia gama de ambientes, realizar actividades
tácticas con resultados estratégicos.
Sin
embargo, algunos analistas sospechan que una mayor amplitud del alcance de
estas fuerzas en América Latina podría degenerar en actividades cuestionables y
dañar las relaciones de Estados Unidos con sus vecinos en el hemisferio.
Fuerzas al rescate
El Comando
de Operaciones Especiales se creó en los años 80 tras el fallido intento de
rescatar a los rehenes estadounidenses retenidos en la embajada de ese país en
Irán. Tenían una tarea muy específica en cuanto a la protección de ciudadanos
estadounidenses, sobre todo los que tienen vínculos con el gobierno.
En América
Latina, normalmente, se ocupan de misiones de inteligencia de alta tecnología,
sin reclutar recursos humanos pero sí brindando entrenamiento y haciendo
ejercicios conjuntos.
"Casi
siempre, con pocas excepciones, trabajan en conjunto con las fuerzas armadas,
policiales o de inteligencia del país para poder ayudarles y tener una relación
mutua", explicó a BBC Mundo Stephen Donehoo, especialista en Seguridad
Nacional del grupo McLarty Associates de Washington.
"(USSOCOM)
quiere tener mayor agilidad y potestad para actuar cuando sea necesario sin
tener que ir por los canales que están establecido"
Stephen Donehoo, experto en Seguridad, McLarty and Associates
En Perú,
por ejemplo, aconsejaron a las Fuerzas Armadas en el rescate de rehenes
internacionales tras la toma de la embajada de Japón por el grupo armado, Tupac
Amarú.
En
Colombia asesoran operativos específicos en la lucha contra las rebeldes FARC
pero cuando tres contratistas de Estados Unidos cayeron en manos del grupo
izquierdista "ellos tuvieron tropas en el terreno con el propósito de
sacarlos", según Donehoo, antes de que lo hiciera el propio gobierno
colombiano con la celebrada operación "Jaque".
Las
actividades de USSOCOM tiene que regirse por un protocolo que incluye una
relación muy estrecha con el comandante de las fuerzas regionales, el Comando
Sur, en el caso de América Latina.
Además,
deben coordinar sus operativos con el embajador estadounidense del país en
cuestión, pero todo eso podría cambiar con la solicitud del jefe del Comando de
Operaciones Especiales.
"Esto
implica una burocracia y un cronograma de coordinación que no es
particularmente ágil", explico el especialista en Seguridad.
"(USSOCOM) quiere tener mayor agilidad y potestad para actuar cuando sea
necesario sin tener que ir por los canales que están establecidos".
Cambio de estrategia
Con el
retiro de tropas de Irak y la continua reducción y eventual salida de
Afganistán, las SOF han cobrado especial preponderancia, aumentando sus
presencia y actividad en todo el mundo.
En un
mundo post 11-S ha habido un cambio de estrategia nacional de seguridad que ve
el terrorismo como la amenaza principal de Estados Unidos.
"Las
fuerzas de operación especial que están en condiciones de combatir elementos
terroristas tienen un nuevo papel, mucho más energético dentro del esquema de
defensa nacional", continuó Donehoo.
Eso quiere
decir que, además de realizar misiones de inteligencia y reconocimiento,
también tienen la capacitad operacional de "combate cinético",
básicamente localizar, capturar y matar al enemigo.
"En países
aliados pueden incluir operativos de inteligencia contra grupos, partidos o
individuos que son vistos como amenaza contra EE.UU. aunque los mismos no estén
haciendo nada ilegal en su país"
Adam Isaacson, analista de Seguridad
de WOLA
El cambio
de pasar de la retaguardia a una participación más activa en "acciones de
guerra", sin ninguna autorización explícita es lo que preocupa a Adam
Isaacson, analista de política de seguridad nacional de WOLA, la Oficina en Washington para
Asuntos Latinoamericanos.
"Aunque
naturalmente no se dan muchos detalles, uno se puede imaginar casi todo",
manifestó a la BBC.
"En países aliados pueden incluir operativos de inteligencia contra
grupos, partidos o individuos que son vistos como amenaza contra EE.UU. aunque
los mismos no estén haciendo nada ilegal en su país".
Isaacson
se aventuró a especular que en los países con los que Estados Unidos no tiene
muy buena relación como Venezuela, Bolivia, Ecuador o Nicaragua "podría
haber hasta actos de sabotaje. Aún si ese no es el plan, eso es lo que se va a
sospechar".
El
analista de WOLA señala que ha habido antecedentes en el marco de la llamada
guerra contra el terrorismo con la creación, hace unos 5 o 6 años, de pequeños
grupos dentro las embajadas estadounidenses conocidos como Military Liaison Elements, elementos de
enlace militar.
"Eran
grupos élites que, en algunos casos, se encontraban allí sin el conocimiento
del embajador", aseguró. "Andaban de civiles, completamente armados y
el mundo llegó a saber de ellos cuando en Asunción, Paraguay, mataron a un
ladrón en la calle".
Compleja red
Adam
Isaacson indica que la búsqueda de una mayor actividad en América Latina
obedece a la retórica de algunos legisladores republicanos y centros de
investigación conservadores que están hilando una compleja idea de amenaza de
seguridad.
"Empieza
con Irán y el grupo radical Hezbollah", explica, "y se conecta con
Hugo Chávez en Venezuela y Evo Morales en Bolivia, pasa por las FARC en
Colombia para finalmente terminar con las Maras en Centro América y los
carteles de drogas en México, todos ocupando el mismo espacio para presentar
conjuntamente una amenaza para la seguridad de Estados Unidos".
Aunque el
analista considera que pensar que estos grupos divergentes tengan un interés en
trabajar conjuntamente es "un poco paranoico", hay quienes no lo
consideran descabellado, sobre todo en vista de los recientes atentados
ocurridos en días recientes por el mundo que se están vinculando a Irán.
"Los
gobiernos se van a sentir violados. Aunque no haya fuerzas del SOF en un país,
siempre va a haber sospechas y eso afectará la confianza mutua y la amabilidad
de las relaciones"
Adam Isaacson, analista en Seguridad,
WOLA
"No
hay ninguna razón para pensar que, en las varias visitas que ha hecho
Ahjadinejad (el presidente iraní) a Ecuador, Venezuela y Nicaragua, y sus
relaciones con otros países, esto no sea una posibilidad", recalcó Stephen
Donehoo de McLarty Associates.
Con la
presentación de este tipo de escenarios, es muy probable que la solicitud para
una mayor y más ágil presencia de Fuerzas de Operación Especial en regiones
como América Latina reciba una aprobación, aunque con algunas limitaciones, en
el Congreso.
"El
presidente Obama le brinda un estatus muy alto por los resultados que
obtuvieron contra Bin Laden", afirmó Adam Isaccson de WOLA. "No
importa la ideología, cualquier presidente se va a enamorar de esa capacidad de
despliegue rápido de las Fuerzas de Operación Especial".
En el
ámbito de las Relaciones Exteriores, sin embargo, habría un costo que pagar.
"Los
gobiernos se van a sentir violados. Aunque no haya fuerzas del SOF en un país,
siempre va a haber sospechas y eso afectará la confianza mutua y la amabilidad
de las relaciones", concluyó Isaacson.
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