El Origen del Conflicto
Palestino-Israelí
Judíos por la Justicia en
el Oriente Próximo
Mientras continúa el habitual
derramamiento de sangre en el Oriente Próximo, la búsqueda de una solución
equitativa se debe ocupar de las causas fundamentales del conflicto. La
doctrina convencional es que, aunque ambos lados tienen la culpa, los
palestinos son "terroristas" irracionales que no tienen un punto de
vista que valga la pena escuchar. Nuestra posición, por el contrario, es que
los palestinos tienen un motivo real para sentirse víctimas de una injusticia:
se les arrebató su patria de más de mil años, sin su consentimiento y en
general por la fuerza, cuando se creó el estado de Israel. Y todos los crímenes
siguientes - por ambos lados- son la consecuencia inevitable de esta injusticia
original.
Este trabajo bosqueja la historia de
Palestina para mostrar cómo ocurrió este proceso y cuál sería una solución
moral a los problemas de la región. Si a usted le importan los pueblos del
Oriente Próximo, judíos y árabes, debería leer este informe sobre el otro lado
de la historia.
Introducción
La posición sionista es que llegaron a
Palestina a fines del siglo 19 para reivindicar su patria ancestral. Los judíos
compraron tierras y comenzaron a construir allí una comunidad judía.
Enfrentaron una oposición crecientemente violenta de los palestinos árabes,
presumiblemente causada por su antisemitismo inherente. Los sionistas entonces
se vieron obligados a defenderse y, en una forma u otra, la misma situación
continua hasta hoy.
El problema que presenta esta
explicación es que es simplemente falsa como lo mostrará la evidencia
documentada contenida en este trabajo. La realidad de lo que ocurrió es que el
movimiento sionista, desde el comienzo, buscaba el desposeimiento prácticamente
total de la población árabe indígena de manera que Israel pudiera ser un estado
totalmente judío, o llegar lo más cerca posible de este objetivo. La tierra
comprada por el Fondo Nacional Judío fue conservada en nombre del pueblo judío
y no debía ser jamás vendida o siquiera arrendada a los árabes (una situación
que continúa en la actualidad.)
La comunidad árabe, a tomar
crecientemente conciencia de las intenciones sionistas, se opuso vigorosamente
al aumento de la inmigración y de las compras de tierra judías, porque
presentaban un peligro real e inminente para la existencia misma de la sociedad
árabe en Palestina. A causa de esta oposición, todo el proyecto sionista jamás
se hubiera podido realizar sin el respaldo militar de los británicos. La amplia
mayoría de la población de Palestina, a propósito, había sido árabe desde el
siglo siete dC. (Más de 1200 años.)
En resumen, el sionismo se basaba en
una visión errónea, colonialista, del mundo en la que no importaban los
derechos de los habitantes indígenas. La oposición de los árabes al sionismo no
estaba basada en el antisemitismo, sino en un temor totalmente razonable de
desposeimiento de su pueblo.
Otro punto: siendo nosotros mismos
judíos, la posición que presentamos aquí es crítica del sionismo, pero de
ninguna manera antisemita. No creemos que los judíos hayan actuado peor que lo
que cualquier otro grupo hubiera hecho en su situación. Los sionistas (que eran
una clara minoría del pueblo judío hasta después de la Segunda Guerra Mundial)
tenían un deseo comprensible de establecer un sitio en el que los judíos fueran
los amos de su propia suerte, considerando la funesta historia de opresión de
los judíos. Especialmente cuando el peligro para los judíos europeos cristalizó
a fines de los años 30 y más tarde, las acciones de los sionistas fueron
impulsadas por una real desesperación.
Pero lo mismo sucedió con las acciones
de los árabes. El mítico "país sin un pueblo para un pueblo sin país"
ya era el hogar de 700.000 palestinos en 1919. Esta es, como veremos, la raíz
del problema. Seguir leyendo