Autoridades
mundiales en Tokio se lanzan en picada contra EEUU por devaluación del dólar
JAPÓN, SUIZA, FILIPINAS Y BRASIL DIJERON QUE ESTÁN ATENTAS A LA
APRECIACIÓN DE SUS DIVISAS, Y NO DESCARTARON ACCIONES
Viernes
12 de octubre de 2012 | 05:00
Los BRICS,
por su parte, avanzaron en su plan de construir un fondo de liquidez de
emergencia.
Hay un reclamo que se escucha con fuerza en Tokio. A medida que las
autoridades mundiales llegan a la reunión anual del Fondo Monetario
Internacional, países como Japón, Suiza, Filipinas y Brasil han expresado su
preocupación por los efectos de la tercera ronda de alivio cuantitativo (QE3)
de la Reserva Federal y su impacto en la apreciación de las monedas locales.
Esta semana el FMI bajó las proyecciones de crecimiento mundial para este año a
3,3%, desde 3,5% en abril, y advirtió que el comercio mundial también se está
desacelerando, lo que pone mayor presión para que los países exportadores
mantengan sus ventajas competitivas. En este sentido, un tipo de cambio alto es
una seria amenaza.
El yen, la moneda japonesa, está sólo 4% por debajo de su máximo de posguerra,
que alcanzó en octubre del año pasado. Ante esto, el primer ministro, Yoshihiko
Noda, reconoció en una entrevista con Bloomberg que la apreciación es un
“problema serio” que entorpece el crecimiento nipón, y que “cuando sea
necesario, tomaremos acciones decisivas”.
En tanto, el gobernador del Banco de Japón, Masaaki Shirakawa, aseguró en una
conferencia que “está consciente de los efectos que la rápida apreciación del
yen puede tener en la economía japonesa y el panorama de la inflación”.
En Suiza, el banco central impuso hace trece meses un techo para el franco de
1,20 versus el euro. Ayer el presidente de la institución, Thomas Jordan,
anunció que el tope se mantendrá en el “futuro cercano” y que incluso a ese
nivel la moneda representa una “seria” amenaza al crecimiento.
La Fed “esta causando desafíos a la política monetaria en los mercados
emergentes”, dijo por su parte el gobernador del banco central de Filipinas,
Amando Tetangco. “Estamos atentos a eso”, agregó.
El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, adelantó que discutirá los
“efectos colaterales” del QE3 cuando se reúna con el secretario del Tesoro de
EEUU, Timothy Geithner, mañana. “Estimula la guerra cambiaria porque otros
países responden de la misma forma”, criticó.
El banco central de Brasil redujo el miércoles la tasa de referencia, conocida
como Selic, por décima sesión consecutiva, a un mínimo histórico de 7,25%, para
frenar el arbitraje de monedas y para estimular una economía que pasó de crecer
7,5% en 2010 a
sólo 1,5% este año, según las proyecciones del FMI. Desde que el banco comenzó
los recortes en agosto del año pasado, el real se ha depreciado 22%.
Al ser consultada por esos temores, la vicepresidenta de la Fed, Janet Yellen,
respondió que si el banco central es exitoso en impulsar la economía
estadounidense, los beneficios se sentirán en todo el mundo. Pese a que
reconoció que las distintas políticas monetarias afectan los flujos de capital
y los valores de las monedas, aseguró que la Fed no es la principal
responsable, y que los gobiernos tienen herramientas para proteger a sus
economías.
Yellen recibió el respaldo del gobernador del banco central de Israel, Stanley
Fischer. “Los países que son críticos (del QE3) tienen que explicar cómo
esperan que EEUU retome el crecimiento cuando tiene un enorme déficit fiscal
con el que tiene que lidiar si no se le permite usar la política monetaria”,
afirmó.
BRICS
Por su parte, los países BRICS -como se denomina a Brasil, Rusia, India, China
y Sudáfrica- lograron avances en sus negociaciones para crear un fondo de
reservas común. “Todos los países están en acuerdo. El mejor momento para
hacerlo es ahora cuando nosotros, los BRICS, no necesitamos esta ayuda”, dijo
Mantega.
El fondo será modelado sobre la base de la Iniciativa Chiang Mai para Japón,
China, Corea del Sur y otras diez naciones del sudeste asiático, que cuentan
con US$ 240 mil millones de liquidez emergencia para resguardar a la región de
los shocks financieros globales. “Estos son recursos virtuales, sólo se colocarán
en caso de necesidad”, explicó Mantega.
Los BRICS comenzaron a discutir el plan en junio, en la cumbre del G20, y
volverán a reunirse en noviembre en México. Por ahora está en etapa de
planificación y podría necesitar la aprobación de los parlamentos nacionales.