El Gobierno
griego y su plan de privatizaciones reciben el aval parlamentario
El debate ha sido bronco y lleno de polémica
porque las propuestas han despertado las iras de la oposición y por la
presencia del partido neonazi Amanecer Dorado
Internacional | 09/07/2012 - 00:30h
Atenas. (EFE).- El Ejecutivo del
conservador Andonis Samarás y su plan de gobierno, que pone el
acento en aumentar las privatizaciones para tratar de evitar los recortes
exigidos por Bruselas, recibió hoy el aval del Parlamento heleno después de
tres días de debate de investidura.
Tal y como se esperaba, no se produjeron sorpresas y los 179
diputados con los que cuentan los tres partidos que apoyan al Gobierno, el
conservador Nueva Democracia (ND), el socialdemócrata Pasok y el
centroizquierdista Dimar, votaron a favor del nuevo Ejecutivo, compuesto por
miembros de la ND y tecnócratas.
Los 121 diputados de las restantes formaciones, izquierda
radical de Syriza, nacionalistas de Griegos Independientes, el Partido
Comunista y los neonazis de Amanecer Dorado, votaron en contra de la
investidura.
Samarás logró así el primer aval del Parlamento desde las
elecciones celebradas el pasado 17 de junio en las que su partido, la ND,
resultó el más votado, aunque no logró la mayoría absoluta.
El debate, que se inició el viernes, ha sido bronco y lleno
de polémica no sólo porque las propuestas del gobierno han despertado las iras
de la oposición sino también por la presencia del partido neonazi Amanecer Dorado,
con 18 diputados.
De hecho, prácticamente todos los diputados de izquierda y
algunos de la derecha se ausentaron del hemiciclo cuando el sábado intervino su
líder, Nikolaos Mijaloliako, y la principal formación de la oposición, Syriza,
aseguró que hará lo propio cada vez que intervenga un diputado del partido
neonazi.
El viernes, Samarás presentó su programa de 9 puntos que
será la base de su acción de gobierno y que se centra en mejorar la eficiencia
de la Administración pública reduciendo su tamaño y en aumentar el alcance de
las privatizaciones para lograr fondos que reduzcan el déficit presupuestario.
"Nuestro
objetivo no es ganar dinero, sino atraer inversiones", dijo Samarás el
viernes en su intervención, al tiempo que aseguró que permitirá que los fondos
que han salido de Grecia en los últimos años "puedan
regresar sin problemas".
De hecho, ayer el ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras,
explicó que el gobierno planea incluso permitir que los bienes privatizados
puedan ser pagados por los tenedores de deuda con los bonos soberanos helenos.
Hoy el líder de la oposición y de Syriza, Alexis Tsipras,
criticó duramente el programa de privatizaciones -ayer ya había avisado de que
responderá a éste con nuevas protestas- y recordó a Sturnaras que su deber es
"proteger a los ciudadanos y no a los grupos de presión de banqueros e
industriales", en referencia a su anterior puesto como director de una
fundación ligada al empresariado industrial.
"No sois europeístas, sois Merkelistas", espetó
Tsipras a los miembros del gobierno a la que vez afirmaba que "no hay
nadie más antieuropeo" que el gobierno de la canciller alemana, Angela
Merkel" que "pretende que la culpa de la crisis sea de los pueblos
perezosos del sur de Europa".
El líder de Dimar (el socio menor del gobierno), Fotis
Kuvelis, reiteró que la única "solución profundamente progresista y
realista" es renegociar las condiciones del memorándum de medidas de
austeridad impuesto por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a
cambio del segundo plan de rescate por valor de 130.000 millones de euros.
Hoy Samarás reiteró que "el gobierno sigue buscando la
renegociación del memorándum".
Sin embargo, según el diario 'Kathimerini', la "troika
internacional", que representa a los acreedores de Grecia, ha recordado al
ministro de Finanzas que el programa de reformas exigidas está muy desviado.
Por ello, advirtió de que no se concederán nuevos tramos de
los préstamos ni renegociará el programa hasta que se encarrilen de nuevo las
reformas.
De hecho, Sturnaras reconoció que para que el nuevo gobierno
pueda renegociar las condiciones "la otra parte también tiene que querer
negociar (...). Si no quieren, uno tiene que esperar".
Fuente: La
Vanguardia http://www.lavanguardia.com/