Rodeada de dirigentes de casi todo el arco político opositor, del
Consejo Directivo de la CGT ,
encabezado por el camionero Hugo Moyano, de excombatientes de las Islas
Malvinas, de los organismos de derechos humanos y de referentes sociales, la
presidenta Cristina Kirchner anunció que el Informe Rattenbach, calificado como
"secreto político y militar" por la dictadura militar, será de
dominio público. En el mismo acto anticipó que una comisión integrada por un
representante de los ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores, a la
que se incorporará el coronel Augusto Rattenbach, hijo del teniente general
Benjamín Rattenbach, autor del informe -que exhortó a analizar "sin
chauvinismo"-, en el plazo de 30 días corridos deberá determinar si algunos
de sus elementos ponen en riesgo o no la soberanía nacional.
Cristina
aseguró que "ningún acto de la dictadura puede ser legitimado por el apoyo
recibido por algunos habitantes de la
Nación ", calificó de ancrónicos los 16 enclaves
coloniales que subsisten en el mundo, de los cuales 10 pertenecen al Reino
Unido, y denunció que Gran Bretaña "está militarizando una vez más el
Atlántico Sur, como lo demuestra el envío de un destructor para acompañar la
visita del príncipe William, que pone en riesgo la seguridad internacional".
Por último, luego de recordar que se habían suicidado 439 excombatientes,
adelantó la próxima inauguración de un hospital dedicado al tratamiento de las
secuelas que ha generado la guerra, ratificó el rumbo de la política exterior
del país y anticipó que denunciará la militarización de la región en el Consejo
de Seguridad de las Naciones Unidas.
Página 12