¿La democracia occidental es una realidad o una fachada?
El derecho divino del dinero
Paul Craig Roberts fue editor del Wall Street Journal y secretario adjunto del Tesoro de EE.UU. Su último libro, How the economy was lost, acaba de ser publicado por CounterPunch/AK Press.
El gobierno de EE.UU. y
sus títeres de la OTAN
han estado matando hombres, mujeres y niños musulmanes durante una década en
nombre de la democracia. ¿Pero Occidentes per se un
bastión de la democracia?
Los escépticos señalan que el
presidente George W. Bush llegó a su puesto gracias a la Corte Suprema y que
una serie de elecciones fueron decididas por máquinas electrónicas de votación
que no dejan un rastro en el papel. Otros indican que los funcionarios elegidos
representan los intereses especiales que financian sus campañas y no a los
votantes. El rescate de los bancos organizado por el secretario del Tesoro y ex
presidente de Goldman Sachs Henry Paulson, y el hecho de que Washington no haya
inculpado a ningún bankster del fraude que contribuyó a la crisis
financiera, constituyen evidencias que apoyan el punto de vista de que el
gobierno de EE.UU. representa al dinero y no a los votantes.
Los recientes sucesos de Grecia e
Italia han creado más escepticismo ante la afirmación de que Occidente
es democrático. Dos primeros ministros europeos elegidos, George Papandreu
de Grecia y Silvio Berlusconi de Italia, se vieron obligados a renunciar por el
asunto de la deuda soberana. Ni siquiera Berlusconi, un multimillonario que
sigue dirigiendo el mayor partido político italiano, pudo resistir la presión
de los banqueros privados y de funcionarios no elegidos de la Unión Europea.
Papandreu duró solo 10 días después de
anunciar el 31 de octubre de 2011 que permitiría que los votantes griegos
decidieran en un referéndum si aceptaban la austeridad impuesta al pueblo
griego desde el exterior. Austeridad es el precio que cobra la UE por prestar al gobierno
griego el dinero para pagar a los bancos. En otras palabras, la pregunta era
austeridad o default. Sin embargo la alternativa se
decidió sin la participación del pueblo griego.
En consecuencia los griegos han salido
a las calles. Las condiciones que acompañan la última fracción del rescate han
vuelto a sacar a las calles a grandes cantidades de griegos de Atenas y otras
ciudades. Los ciudadanos protestan contra un recorte de un 20% en el salario
mínimo y en las pensiones mayores de 12.000 euros (15.800 dólares) anuales y
más recortes en puestos de trabajo del sector público. Los impuestos griegos
aumentaron 2.300 millones de euros el año pasado y se prevé que aumenten otros
3.400 millones de euros en 2013. La austeridad se impone a pesar de la tasa de
desempleo griega de un 21% en general y de 48% entre los de menos de 25 años.
Una interpretación es que los bancos,
que fueron imprudentes en sus préstamos a los gobiernos, están obligando a la
gente a salvarlos de las consecuencias de sus malas decisiones.
Otra interpretación es que la Unión Europea
utiliza la crisis de la deuda soberana para extender su poder y control sobre
los Estados miembros de la
UE.
Algunos dicen que la UE utiliza los bancos para la
agenda de la UE , y
otros dicen que los bancos utilizan a la
UE para la agenda de los bancos.
Por cierto, se pueden estar utilizando
mutuamente. En todo caso la democracia no forma parte del proceso.
El Primer Ministro nombrado –no
elegido– de Grecia es Lucas Papademos. Es ex gobernador del Banco de Grecia,
miembro de la
Comisión Trilateral de Rockefeller y ex vicepresidente del
Banco Central Europeo. En otras palabras, es un banquero nombrado para
representar a los bancos.
El 12 de febrero el Primer Ministro
nombrado, cuya tarea es entregar Grecia a los bancos o a Bruselas, no vio la
ironía en su declaración de que “la violencia no tiene sitio en una
democracia”. Tampoco vio ninguna ironía en el hecho de que 40 representantes
elegidos del Parlamento griego que rechazaron las condiciones del rescate hayan
sido expulsados por los partidos de la coalición gobernante. La violencia
engendra violencia. La violencia en las calles es una respuesta a la violencia
económica que se está ejerciendo contra el pueblo griego.
Italia ha formado un segundo gobierno
"democrático" carente de democracia. El Primer Ministro nombrado,
Mario Monti, no tiene que enfrentarse a una elección hasta abril de 2013.
Además, según informes noticiosos, su “gabinete tecnocrático” no incluye ni un
solo político elegido. Los bancos no se arriesgan: Monti es el Primer Ministro
y Ministro de Economía y Finanzas.
Los antecedentes de Monti indican que
representa tanto a la UE
como a los bancos. Es ex consejero europeo de Goldman Sachs, presidente europeo
de la Comisión
Trilateral , miembro del Grupo Bilderberg, ex comisionado de la UE y miembro fundador del Grupo
Spinelli, una organización lanzada en septiembre de 2010 para facilitar la
integración en la UE ,
es decir, aumentar el poder central sobre los Estados miembros.
Cabe poca duda de que algunos gobiernos
europeos, igual que Washington, no han sido previsores desde el punto de vista
financiero, que han vivido más allá de sus posibilidades y han creado
gravámenes a los ciudadanos por culpa de las deudas. Había que hacer algo. Sin
embargo, lo que se está haciendo no es democrático. Es una señal de que las
elites occidentales –la
Comisión Trilateral , el Consejo de Relaciones Exteriores, el
Grupo Bilderberg, las corporaciones transnacionales, los bancos gigantescos, y
los muy ricos– ya no creen en la democracia.
Tal vez los futuros historiadores
concluirán que la democracia sirvió otrora los intereses del dinero para
liberarse del poder de reyes, aristocracia y gobiernos depredadores, pero a
medida que el dinero estableció el control sobre los gobiernos la democracia se
convirtió en un problema. Los historiadores hablarán de la transición del
derecho divino de los reyes al derecho divino del dinero.
rCR
Rebelión.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario