OIT asegura que pobreza
disminuyó en países en desarrollo
Ginebra, 14
may (PL) La Organización Internacional del Trabajo (OIT) aseguró hoy que los
índices nacionales de pobreza disminuyeron en tres cuartas partes de los países
en desarrollo, por la instauración de significativas políticas sociales.
Contrariamente ese indicador aumentó o permaneció inalterable en 25 de 36 economías desarrolladas, como resultado del deterioro de los mercados laborales y los efectos negativos de los programas de austeridad para enfrentar la crisis, indicó en su más reciente informe.
La OIT consideró que durante años el crecimiento de la pobreza parecía ser un problema que perturbaba solo al mundo en desarrollo, pero desde el inicio de la recesión mundial, tal situación cambió radicalmente.
Consideró que los países de América Latina y Asia se destacan por sus buenos resultados en la lucha contra la pobreza gracias a sus políticas sociales, dirigidas a la erradicación de ese flagelo, y ejemplificó con los planes emprendidos por Brasil e India.
La especialista del Instituto Internacional de Estudios Laborales de la OIT, Uma Rani, afirmó que la situación es muy diferente en las economías desarrolladas.
Allí las tasas de pobreza disminuyeron sólo en 11 de 36 países, aumentaron en 17, y permanecieron básicamente inalteradas en ocho.
Aseguró que ese comportamiento estuvo vinculado a la evolución del mercado laboral, incluyendo el aumento del empleo temporal, del trabajo precario, y los bajos salarios, además del incremento en el desempleo juvenil que gravó aún más las finanzas familiares.
Rani, una de las autores del informe, apuntó que las medidas de austeridad, que condujeron a una reducción de las transferencias sociales, también tuvieron graves repercusiones, en particular en Alemania, Austria, Canadá y Suecia.
Agregó que la burbuja inmobiliaria que precedió la crisis afectó aún más los niveles de pobreza en algunos países, ya que el incremento de los precios de la vivienda causó el aumento del endeudamiento de las familias.
El informe de la OIT advirtió también que el aumento de la pobreza podría conducir a una transmisión de la pobreza de padres a hijos, reforzando las posibilidades de que a largo plazo los pobres permanezcan pobres.
Para este año prevé que unos 202 millones de personas estarán sin trabajo, seis millones más que el pasado año, precisamente por las políticas de austeridad que ensombrecen las perspectivas del mercado laboral.
Sobre esa base alertó sobre una naciente crisis global de empleo ya que actualmente aún faltan alrededor de 50 millones de empleos, que se perdieron durante la crisis financiera, y por lo tanto un aumento de los que ingresarán en la pobreza.
lac/crc
Contrariamente ese indicador aumentó o permaneció inalterable en 25 de 36 economías desarrolladas, como resultado del deterioro de los mercados laborales y los efectos negativos de los programas de austeridad para enfrentar la crisis, indicó en su más reciente informe.
La OIT consideró que durante años el crecimiento de la pobreza parecía ser un problema que perturbaba solo al mundo en desarrollo, pero desde el inicio de la recesión mundial, tal situación cambió radicalmente.
Consideró que los países de América Latina y Asia se destacan por sus buenos resultados en la lucha contra la pobreza gracias a sus políticas sociales, dirigidas a la erradicación de ese flagelo, y ejemplificó con los planes emprendidos por Brasil e India.
La especialista del Instituto Internacional de Estudios Laborales de la OIT, Uma Rani, afirmó que la situación es muy diferente en las economías desarrolladas.
Allí las tasas de pobreza disminuyeron sólo en 11 de 36 países, aumentaron en 17, y permanecieron básicamente inalteradas en ocho.
Aseguró que ese comportamiento estuvo vinculado a la evolución del mercado laboral, incluyendo el aumento del empleo temporal, del trabajo precario, y los bajos salarios, además del incremento en el desempleo juvenil que gravó aún más las finanzas familiares.
Rani, una de las autores del informe, apuntó que las medidas de austeridad, que condujeron a una reducción de las transferencias sociales, también tuvieron graves repercusiones, en particular en Alemania, Austria, Canadá y Suecia.
Agregó que la burbuja inmobiliaria que precedió la crisis afectó aún más los niveles de pobreza en algunos países, ya que el incremento de los precios de la vivienda causó el aumento del endeudamiento de las familias.
El informe de la OIT advirtió también que el aumento de la pobreza podría conducir a una transmisión de la pobreza de padres a hijos, reforzando las posibilidades de que a largo plazo los pobres permanezcan pobres.
Para este año prevé que unos 202 millones de personas estarán sin trabajo, seis millones más que el pasado año, precisamente por las políticas de austeridad que ensombrecen las perspectivas del mercado laboral.
Sobre esa base alertó sobre una naciente crisis global de empleo ya que actualmente aún faltan alrededor de 50 millones de empleos, que se perdieron durante la crisis financiera, y por lo tanto un aumento de los que ingresarán en la pobreza.
lac/crc
Fuente:
Prensa Latina http://www.prensa-latina.cu/
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