Aislamiento de Paraguay empeora al arremeter
gobierno contra Unasur
Asunción, 27 oct (PL) La
situación de aislamiento internacional del gobierno paraguayo empeoró al
arremeter esta semana su cancillería contra Unasur y negarse a aceptar una
misión de esa instancia integracionista como observadora en el próximo proceso
comicial.
Una declaración del
canciller José Félix Fernández ratificó que la delegación de la Unión de
Naciones Suramericanas (Unasur), entidad de la cual fue suspendido Paraguay por
la destitución del mandatario constitucional, Fernando Lugo, no será invitada a
observar las elecciones.
El acuerdo de suspensión de Paraguay en Unasur y también en el Mercado Común del Sur (Mercosur) establece, precisamente, que la sanción estará vigente hasta la elección del nuevo gobierno en abril del 2013, pero siempre comprobándose la limpieza del proceso electoral.
Los dos grandes bloques integracionistas suramericanos advirtieron al gobierno de Federico Franco, el cual carece de reconocimiento en la región, que vigilarían el regreso al proceso democrático en el país, condición previa para levantar el castigo.
Es interesante señalar que, según la prensa local, diplomáticos de Chile, Panamá, y algunos europeos, plantearon al gobierno de Franco y al Tribunal Superior Electoral la necesidad de que la misión de Unasur esté presente en la verificación de los comicios del próximo año.
La errónea posición del gobierno paraguayo se une al rechazo por el Congreso de ese país a los protocolos democráticos de Usuhaia I y Usuhaia II de Unasur y Mercosur, firmados por el Gobierno de Lugo y aprobados para actuar contra los golpes de Estado en la región.
En ese escenario, el Ejecutivo de Franco no hizo más que agrandar las diferencias con el resto de las naciones suramericanas y profundizar el aislamiento ganado al interrumpir la marcha del proceso democrático en Paraguay.
ocs/jrr
El acuerdo de suspensión de Paraguay en Unasur y también en el Mercado Común del Sur (Mercosur) establece, precisamente, que la sanción estará vigente hasta la elección del nuevo gobierno en abril del 2013, pero siempre comprobándose la limpieza del proceso electoral.
Los dos grandes bloques integracionistas suramericanos advirtieron al gobierno de Federico Franco, el cual carece de reconocimiento en la región, que vigilarían el regreso al proceso democrático en el país, condición previa para levantar el castigo.
Es interesante señalar que, según la prensa local, diplomáticos de Chile, Panamá, y algunos europeos, plantearon al gobierno de Franco y al Tribunal Superior Electoral la necesidad de que la misión de Unasur esté presente en la verificación de los comicios del próximo año.
La errónea posición del gobierno paraguayo se une al rechazo por el Congreso de ese país a los protocolos democráticos de Usuhaia I y Usuhaia II de Unasur y Mercosur, firmados por el Gobierno de Lugo y aprobados para actuar contra los golpes de Estado en la región.
En ese escenario, el Ejecutivo de Franco no hizo más que agrandar las diferencias con el resto de las naciones suramericanas y profundizar el aislamiento ganado al interrumpir la marcha del proceso democrático en Paraguay.
ocs/jrr
Fuente: Prensa Latina www.prensalatina.cu
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