La CEPAL mantiene su previsión de crecimiento para
América Latina y el Caribe de 3,7% en 2012
En
el primer trimestre del año la región siguió creciendo a pesar de un escenario
externo adverso.
(14 de junio, 2012) América Latina y el Caribe moderó en
los primeros meses de 2012 la desaceleración de su crecimiento económico
anotada en el segundo semestre de 2011, a pesar de una alta incertidumbre y
volatilidad en el contexto externo, señaló hoy la CEPAL en un nuevo informe.
De acuerdo con el Informe
macroeconómico de América Latina y el Caribe, junio de 2012 laCEPAL mantiene su previsión de crecimiento
para la región de 3,7% para el año completo, luego de alcanzar una tasa de 4,3%
en 2011.
Asimismo, el organismo de Naciones
Unidas prevé que el impacto de la actual crisis financiera europea, así como la
desaceleración de China y la positiva pero baja expansión de Estados Unidos,
será diferenciado en los países, según la importancia relativa de los mercados
de destino de sus exportaciones y su estructura exportadora.
En este informe de la CEPAL, el primero de una nueva
serie de estudios que examinará periódicamente el comportamiento macroeconómico
de la región, se proyecta que las economías con mayor crecimiento serán Panamá
(8,0%) y Haití (6,0%), seguidas de Perú (5,7%), Bolivia (5,2%) y Costa Rica
(5,0%). Venezuela crecerá 5,0%, mientras que Chile anotará una expansión
de 4,9%, México 4,0%, Argentina 3,5% y Brasil 2,7%.
Durante el primer trimestre del año se
detuvo e invirtió parcialmente la tendencia a la desaceleración observada en
varios países en 2011. Respecto al mismo período del año anterior hubo
aumentos significativos de la tasa de crecimiento en Perú, Chile y Venezuela y
un incremento leve en México, mientras que el enfriamiento de la economía de
Brasil observado durante 2011 se interrumpió.
El crecimiento fue menor que a inicios
de 2011 en Argentina, Colombia y Guatemala, pero solo Paraguay experimentó una
tasa negativa durante este primer trimestre de 2012. A su vez, la
información disponible para los países del Caribe sugiere que su recuperación
tardía ante la crisis de 2008-2009 comenzó a reflejarse en tasas modestas de
crecimiento en 2011 pero al alza en el primer trimestre de 2012.
En los primeros meses de 2012 el
crecimiento estuvo asociado al aumento de la demanda interna. El sector
servicios, en particular el comercio, se mantuvo como uno de los más dinámicos.
El consumo privado explica la mayor parte del alza del producto interno bruto
(PIB) de la región, con base en una favorable evolución del empleo y los
salarios, junto con la continuada expansión del crédito y, en el caso de
algunos países, el aumento de las remesas provenientes principalmente de
Estados Unidos.
En este período la inflación mantuvo su
tendencia a la baja y acumula a abril de 2012 una variación anual de 5,5%, en
comparación con tasas de 6,7% y 7%, a marzo y diciembre de 2011,
respectivamente.
La caída en los precios de los
principales productos básicos de exportación provocó una desaceleración del
valor de las exportaciones de la región durante el primer trimestre de 2012. La
tasa de variación interanual de las exportaciones pasó de un máximo de 29,3% en
el segundo trimestre de 2011
a 10,4% en el primer trimestre de 2012. A ello contribuyó que
las ventas a los países europeos han sufrido un importante deterioro desde
principios de 2011 ante la crisis de deuda que aqueja a esta región y la
consecuente disminución de su actividad económica.
La CEPAL prevé que la relativa desaceleración
del crecimiento económico mundial esperada para 2012 llevará a que el comercio
internacional de la región aumente a tasas menores que en 2011. Las
exportaciones crecerán 6,3% este año, mientras que el dinamismo de la demanda
interna incidiría en un crecimiento mayor, de 10,2%, de las importaciones. Con
esto, el superávit comercial pasaría de 1,3% del PIB en 2011 a 0,7% en 2012.
En el informe se advierte que la
posibilidad de un escenario externo más adverso para 2012-2013 no debe ser descartada.
De suceder, esto podría significar una interrupción de los flujos financieros
hacia la región y la suspensión de líneas de crédito bancarias en el
exterior, con consecuencias de caídas en los mercados de valores y depreciación
de las monedas, además de una reducción de las exportaciones y de la inversión.
El reporte indica que la región cuenta
en general con suficiente espacio fiscal -aunque en la mayor parte de países es
menor al existente antes de la crisis de 2008-2009- para realizar una política
contracíclica que contenga los efectos inmediatos de la crisis sobre sus
economías, con la excepción de varios países del Caribe.
"Ante un empeoramiento del
escenario externo, en varios casos existen condiciones para emprender acciones
sin afectar la sostenibilidad de las finanzas públicas y externas y así moderar
sus consecuencias para el crecimiento. En otros, es posible que se requiera
apoyo financiero externo de los organismos regionales y multilaterales para
evitar un agravamiento del desempleo y la pobreza", finaliza el informe.
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